La chica de la foto

Estos días se viralizaron capturas de pantalla con una foto que algunas personas publicaron parodiandome, la foto de Lizzie Velázquez, conocida como "la mujer más fea del mundo". Las capturas tenían además comentarios, algunos de burla otros de rechazo, y en tiempos de redes, estas cosas que se hicieron en un grupo cerrado terminaron desparramándose. La burla, los comentarios, el silencio y vaya a saber cuántas cosas más que le siguieron a la imagen, hablan más de quienes la hicieron que de mí.

Mi físico no me impide trabajar, ni ser fea me vuelve deshonesta, ni tener estrías me quita las convicciones. El problema no es la foto sino la violencia y la descalificación que la sustentan. En otro momento me hubiera sorprendido la situación pero hoy (aunque me duela que esto surja de un grupo de "compañeros") la tomo lamentablemente, como parte de una serie de agresiones que "me gané" a raíz de cómo desempeño mi función.

Voté la audiencia pública por la autovía convencida de que no podía negarme a escuchar a los vecinos que pedían la palabra, porque así veo mi función y porque como concejal y periodista hablé siempre de participación, cuál sería mi coherencia si cuando me la piden digo que no? Lo volvería a hacer. 

No voté los remates de terrenos porque no tenía los documentos suficientes para hacerlo. Ni siquiera los pocos que habíamos tenido para estos casos en el Concejo anterior, y pedí las cosas, y reclamé respuestas y empezaron a aparecer los comunicados públicos y las mentiras, y los cuestionamientos se fueron haciendo más fuertes y cerrados. 

Voté la ordenanza de regulación de pauta oficial y ayer el pedido de ratificación después de que el intendente la vetara. La defendí convencida, pedí que no se usen los recursos municipales para cuestiones personales, pedí que se publique el Boletín Oficial igual que lo pedíamos antes, con el actual intendente. Argumenté en público y en privado, no se trataba de un capricho ni de una estrategia partidaria sino de transparencia. 

A estos y otros hechos y argumentos sobre la función pública, los combaten con publicaciones mentirosas, ofensas o agresiones, sin embargo está a la vista que solamente los reafirman. 

Desde chica me miro al espejo y no tengo miedo de la imagen que me devuelve, no hay noticia en eso, no nos define la imagen sino los valores y acciones. Lo que sí es nuevo de esta foto viral es que pone en evidencia cómo funcionan algunas de las personas que nos gobiernan.

Gracias a todos los que me han hecho llegar mensajes de apoyo y solidaridad. A los hombres que me expresaron su respeto y a la cantidad de mujeres que me dijeron "estoy al lado tuyo". No hace falta calificar las agresiones después del repudio de tanta gente. Como sociedad estamos madurando y ya no es tan fácil atropellar a las mujeres, aunque algunos todavía no lo hayan entendido.

Muchas gracias, me siento fortalecida de poder decir lo que pienso, a pesar de estas consecuencias.